TRATAMIENTO DE OXIGENACIÓN



El ozono es probablemente el antídoto natural universal para todo lo que no funciona correctamente en el cuerpo. Las personas pueden vivir semanas sin comida, días sin agua, pero sólo unos minutos sin oxígeno. Esto se debe a que la mayor parte de los elementos de nuestro cuerpo (65%) son oxígeno, es decir, somos oxígeno. Cada célula necesita oxígeno para su metabolismo. Si les falta, las células se mueren, y cuando escasea, en lugar de respirar, fermentan y degeneran (cáncer y otras enfermedades).

El dos veces Premio Nobel en Medicina 1931 y 1945, Dr. Otto Warburg, afirmó que todas las células se vuelven cancerosas en un periodo de tiempo inferior a 48 horas si el nivel de oxígeno del entorno de la célula es inferior a un 40%.

Uno de los objetivos fundamentales a la hora de ralentizar el envejecimiento y potenciar la salud es la oxigenación de nuestras células, especialmente las mitocondrias. La mejor manera de acceder a las mitocondrias es mediante los tratamientos de ozono. El ozono es oxígeno, que en lugar de tener dos átomos de oxígeno tiene tres. El ozono medicinal (O3) se obtiene transportando el flujo de oxígeno (O2) por un arco voltaico. Los tres átomos del ozono determinan que sea una partícula muy inestable, que enseguida se convierte en un O2, liberando un átomo de O que tiene la tendencia a combinarse con otro átomo de O para formar un nuevo O2. Así que, el ozono se transforma en pocos minutos en oxígeno.

 

 "La terapia con ozono no es una medicina alternativa, sino que es considerada una medicina natural, no tiene consecuencias colaterales con otros tratamientos. No compite, sino que es aleatoria a cualquier otra aplicación médica. Los tratamientos son rápidos, eficaces, y consisten en un número de sesiones, que varían en calidad y duración, dependiendo de la infección. Las aplicaciones no tienen efectos adversos. "

La respiración celular consta de tres fases: la primera es la incorporación del oxígeno en la sangre a escala pulmonar, es decir, cuando respiramos; la segunda es la circulación de la sangre que conduce el oxígeno a todos los tejidos del cuerpo, llegando a nivel celular y, finalmente, que es la parte del proceso más desatendida, la eliminación de los residuos que, si no drenan, acumulan y bloquean todo el proceso.

La capacidad depuradora del ozono es tan potente que deshace las grasas, oxida las moléculas complejas y las descompone en compuestos más simples y fáciles de eliminar. El ozono transforma las toxinas en dióxido de carbono y agua, al tiempo que depura los metales pesados.

A pesar de que los tratamientos de oxígeno y de ozono comienzan a emerger en nuestro país, es un procedimiento que se utiliza desde hace muchos años en clínicas y dispensarios de diferentes países de Europa tales como Alemania y Austria, así como en Estados Unidos, aportando unos resultados terapéuticos muy exitosos.